Tegucigalpa.- El gobierno planea construir una cárcel en la Isla del Cisne para albergar a dos mil criminales, con una inversión estimada de 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras). Esta decisión ha provocado una fuerte oposición de miembros de la sociedad civil, especialmente de ambientalistas.

La instrucción fue clara: que la cárcel esté lista lo más pronto posible para trasladar a sus primeros huéspedes, descritos como «hampones y personajes corruptos, según el gobierno.

Sobre la construcción del centro de reclusión de emergencia entre Olancho y Gracias a Dios, solo se conoce la información expresada durante la reunión del CNDS, indicando que será para trasladar unos 20 mil reos de alta peligrosidad.

Ubicación

Óscar René Hernández, presidente del Colegio de Arquitectos de Honduras, mencionó que la Isla del Cisne es el último lugar donde debería construirse una cárcel, ya que es una reserva natural considerada un tesoro.

 Hernández participó en el programa «Cuestión de Enfoque», transmitido por ICNDigital, donde expresó que los costos de traslado desde el puerto más cercano hacia la Isla del Cisne exceden el medio millón de lempiras.

Por su parte, René Soto, del Colegio de Ingenieros Forestales, al ser cuestionado por el analista Miguel Calix, moderador y director del programa, sobre la viabilidad de mantener la cárcel y preservar la biodiversidad en Islas del Cisne, respondió enfáticamente que:

Recientemente, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente aprobó la primera fase de la licencia ambiental, mientras que el viernes 5 de julio concluyó el proceso de preselección de empresas para la licitación.