¿Cómo será el proceso de deportación de hondureños en Estados Unidos?
Washington, Estados Unidos.- La expulsión de migrantes en situación irregular en Estados Unidos puede realizarse de manera acelerada para quienes ingresaron al país sin pasar por controles migratorios, o bien a través de un juicio en una corte de inmigración.
Ante las políticas implementadas por Donald Trump durante su mandato, los migrantes hondureños enfrentan un riesgo elevado de deportación.
De acuerdo con la Cancillería de Honduras, un ciudadano hondureño fue arrestado ayer durante una redada anunciada por el presidente estadounidense.
ICN con información oficial y de la AFP explica el procedimiento que seguirán cada migrante irregular que esté en proceso de deportación .
¿Quién puede ser detenido y deportado?
Cualquier extranjero en Estados Unidos puede ser expulsado si entró ilegalmente, cometió un delito, violó las leyes migratorias o participó en actividades delictivas que representen una amenaza para la seguridad pública, según datos oficiales.
Las autoridades han intensificado su vigilancia en el marco de una emergencia nacional en la frontera con México y con la implementación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, invocada por Trump para combatir pandillas como el Tren de Aragua.
¿Cómo se inicia el proceso?
El procedimiento generalmente comienza con un arresto realizado por la policía local o federal, tras lo cual el migrante es transferido al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), los migrantes tienen ciertos derechos, como solicitar un abogado y permanecer en silencio si no cuentan con documentos de inmigración.
En caso de ser detenido, ACLU recomienda a los migrantes informar que desean permanecer en silencio y pedir un abogado de inmediato. Además, si fueron arrestados por la policía, tienen derecho a una llamada local, mientras que si es ICE quien los detuvo, pueden comunicarse con su consulado.
¿Qué sucede después del arresto?
Una vez detenido, el migrante puede ser retenido en un centro de detención mientras espera su juicio en una corte migratoria o hasta que sea deportado. En ciertos casos, aquellos que ingresaron al país sin pasar por un control migratorio pueden ser expulsados de manera inmediata mediante una orden de deportación acelerada, sin necesidad de juicio.
Si el caso se lleva a una corte, el proceso puede prolongarse. El juez revisará las circunstancias y el migrante podría solicitar asilo, un ajuste de estatus o la cancelación de la deportación. En algunos casos, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) permite la libertad bajo fianza mientras se desarrolla el proceso.
Si se dicta una orden de deportación, el migrante tiene la opción de salir voluntariamente del país, aunque esta alternativa está limitada a criterios muy estrictos. También existe la posibilidad de apelar la orden ante la Junta de Apelaciones de Inmigración o, en casos específicos, incluso ante la Corte Suprema. Sin embargo, estas apelaciones pueden llevar meses, tiempo durante el cual los detenidos permanecen encarcelados, salvo que hayan sido liberados bajo fianza.
¿Cómo se ejecuta la deportación?
La mayoría de los migrantes son deportados por avión, un proceso cubierto económicamente por el gobierno de Estados Unidos. En el caso de ciudadanos mexicanos, suelen ser transportados a la frontera más cercana.
Para quienes cometieron delitos no violentos, existe un programa llamado Rapid REPAT, que les permite salir de prisión directamente hacia su país de origen.
Sin embargo, hay incertidumbre respecto a la disposición de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua para recibir a sus ciudadanos deportados, así como las condiciones bajo las cuales otros países de América Latina aceptarían a sus migrantes.