Tegucigalpa.– El flujo de remesas familiares hacia Honduras alcanzó un máximo histórico de 11,500 millones de dólares hasta mediados de diciembre, un repunte impulsado por la incertidumbre ante las políticas migratorias en Estados Unidos, informó este lunes el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

La cifra representa un incremento sustancial de unos 2,000 millones de dólares respecto al cierre de 2024 y supera en 3,000 millones los niveles registrados hace apenas dos años.

Según Alejandro Kaffati, oficial de Política Económica del Cohep, este comportamiento responde al temor generado por las políticas del presidente Donald Trump, que habría motivado a los migrantes a acelerar el envío de sus ahorros ante posibles deportaciones o restricciones.

“Estamos sobrepasando cualquier expectativa sin embargo, esta situación es momentánea”, advirtió Kaffati.

El organismo empresarial estima que para el primer semestre de 2026 el flujo de divisas regresará a sus niveles habituales, lo que supondría un choque para la economía nacional.

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El economista señaló que la previsible caída en el ritmo de envíos no solo reducirá la disponibilidad de dólares en el país, sino que afectará directamente el poder adquisitivo de miles de hogares que dependen de estos recursos.

Ante este escenario, el sector privado instó al Gobierno a diseñar planes de contingencia para sustituir el ingreso de divisas y mitigar el impacto social de la reducción de ingresos en las familias hondureñas.