Las mujeres indígenas son reconocidas como las protectoras y guardianas de los valores culturales y las garantes de la permanencia de sus pueblos.
El Día Internacional de la Mujer Indígena se conmemora cada 5 de septiembre a fin de rendir tributo a todas esas mujeres indígenas pertenecientes a los pueblos originarios y centrar la atención en su historia, su situación, sus perspectivas y sus hechos heroicos.
Indígenas de muchos países festejan esta fecha en honor a todas esas mujeres portadoras de la herencia cultural y ancestral de las comunidades.
Además, de esas matronas que murieron en la lucha contra la discriminación y todos los abusos cometidos al género y etnia.
Las mujeres indígenas son reconocidas como las protectoras y guardianas de los valores culturales y las garantes de la permanencia de sus pueblos. Por ende, violaciones a sus derechos culturales suelen ocasionar violencia espiritual en contra de las mujeres indígenas.
La fecha rememora el fallecimiento de Bartolina Sisa, una mujer aymara que fue asesinada por las fuerzas realistas en el Alto Perú.
Mujeres Indígenas en Honduras
De acuerdo con datos de la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras (CONPAH) a la fecha existen más de 1.2 millones personas pertenecientes a pueblos indígenas o afrodescendientes en el país.
Los indígenas se distribuyen en 2,128 comunidades a lo largo de 15 de los 18 departamentos de Honduras. Los pueblos indígenas son siete: Chorti, Lenca, Miskito, Nahua, Pech, Tawahka y Tolupán. Los más grandes en población son los Lencas.
Los movimientos indígenas en Honduras cada vez toman un papel más preponderante en la realidad del país.
En los últimos años el rol de la mujer indígena como líder en los conflictos políticos y las distintas crisis que afectan a esta población es cada vez más notorio. No solo son pilares en sus hogares, sino que también son estandarte y voz de toda una lucha.
Gracias a todo un proceso evolutivo generacional en el que la idea de desarrollo, justicia, lucha y derecho se ha ido fomentando de generación en generación, las jóvenes indígenas son más conscientes de su realidad y buscan espacios donde pueden ser apoyadas y apoyar a sus comunidades.
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Fernando