Tegucigalpa.- En su evaluación más reciente, el Departamento de Estado de Estados Unidos destaca un panorama de inversión complejo en Honduras.
Aunque el país presenta ventajas competitivas significativas, como su ubicación estratégica y recursos naturales abundantes, el entorno actual está marcado por una creciente incertidumbre, afectando la confianza y las operaciones de inversores tanto nacionales como internacionales.
Las empresas enfrentan dificultades operativas significativas debido a las estrictas regulaciones del Banco Central de Honduras en la gestión del dólar estadounidense, lo que ha complicado la capacidad de las empresas para pagar facturas y realizar transacciones financieras internacionales.
Además, existe preocupación por la implementación de nuevas legislaciones que podrían afectar negativamente la estabilidad y previsibilidad del entorno de inversión.
El informe señala que el gobierno actual ha expresado su intención de modificar el sistema económico del país, favoreciendo una mayor participación del Estado en la economía.
Esta posición generó inquietud entre la comunidad empresarial, ya que tal enfoque podría traducirse en un aumento de las expropiaciones y una mayor intervención política en los asuntos económicos.
Las recientes reformas legislativas introducen elementos de incertidumbre, particularmente en los sectores de energía y fiscalidad. La ley de energía de mayo de 2022, por ejemplo, incluye disposiciones que permitirían al gobierno expropiar inversiones energéticas bajo ciertas condiciones, lo cual ha sido objeto de crítica por parte de los productores de energía y los inversores.
Avances en infraestructura e inversión
A pesar de los desafíos, Honduras lanzó proyectos de infraestructura ambiciosos, como el corredor logístico que busca conectar los puertos del Pacífico y del Atlántico.
Estos proyectos tienen el potencial de fomentar el crecimiento inclusivo y atraer más inversión, siempre y cuando estén respaldados por reformas regulatorias y una colaboración constructiva con el sector privado.
El gobierno mantiene varios incentivos para la inversión, especialmente en zonas de libre comercio, aunque las políticas recientes han llevado a un replanteamiento de estos beneficios.
La facilitación comercial y la simplificación de trámites administrativos son vistas positivamente, pero se requieren más esfuerzos para asegurar una implementación efectiva y reducir la burocracia.
De acuerdo al informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, el clima de inversión en Honduras está claramente en un punto de inflexión. Las ventajas inherentes del país son grandes, pero las incertidumbres políticas y económicas actuales requieren una vigilancia constante.
Para los inversores, es crucial entender no solo las oportunidades, sino también los riesgos potenciales que presenta el dinámico entorno hondureño. La colaboración entre el gobierno y el sector privado será esencial para garantizar un futuro próspero y estable para la inversión en Honduras.
Tania