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El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, trató de tranquilizar a los residentes de la ciudad preocupados por la posible deportación masiva de inmigrantes indocumentados, tras la reciente acción ejecutiva de la administración Trump sobre las políticas de inmigración.

En una reunión comunitaria en Corona, Queens, Adams aseguró que las órdenes ejecutivas aún no se habían implementado completamente: «La tinta de estas órdenes ejecutivas ni siquiera se ha secado».

Sin embargo, la preocupación es real, pues el presidente Trump ha firmado órdenes que permitirían arrestos en áreas «sensibles», como iglesias y escuelas, lo que marca un cambio respecto a las políticas anteriores de evitar tales lugares.

Reacciones y compromisos ante las políticas de inmigración

«Queremos reunirnos con él y darle el mensaje de que no debe tolerar, no debe involucrarse en deportaciones masivas», afirmó Perla Silva de Make the Road New York. Los defensores de inmigrantes se agruparon afuera de la escuela en Queens con la esperanza de obtener respuestas sobre cómo estas políticas afectarán a los inmigrantes de la ciudad.

Adams, sin embargo, se comprometió a proteger a los inmigrantes, independientemente de su estatus: «Los niños deben ir a la escuela. Quienes necesitan atención médica deben ir a los hospitales… Vamos a defender a todos los neoyorquinos, documentados e indocumentados».

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Policía de Nueva York

El alcalde también destacó que la ciudad no permitirá que las fuerzas del orden federales ingresen a las escuelas sin una orden judicial, un recordatorio de las políticas que ya existen en la ciudad, que están diseñadas para proteger los derechos de los inmigrantes.

El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) también dejó en claro en un memorando que no cooperará con las autoridades federales de inmigración, argumentando que la situación de un inmigrante indocumentado es un asunto civil, no un delito. «A los miembros del servicio no se les permite participar en la aplicación de las leyes de inmigración civil», se lee en el memorando.

Mientras tanto, otras ciudades, como Bridgeport, Connecticut, también se están preparando para proteger a los inmigrantes, ofreciendo asesoramiento y directrices a las escuelas y familias para defender sus derechos ante las autoridades federales.