En un mundo donde la Navidad se asocia con el consumo, los regalos y el brillo de las ciudades, existe otra cara de la moneda: millones de personas que no pueden celebrarla.

Cada año, las historias de quienes enfrentan las festividades desde la exclusión siguen resonando. Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Honduras, el 62.9 % de los hogares hondureños vive en pobreza, mientras que el 40.1 % se encuentra en pobreza extrema.

Índices de pobreza en Honduras, 2024

Pobreza general:	62.9 %
Pobreza extrema:	40.1 %

A nivel regional, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revela que 172 millones de personas en América Latina no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, y 66 millones no pueden adquirir una canasta básica de alimentos.

Pobreza en América Latina y el Caribe

Zonas rurales:	39.1 %
Zonas urbanas:	24.6 %

Esta realidad afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños. Más de la mitad de los afectados por la pobreza extrema son menores, quienes enfrentan hambre, enfermedades y falta de acceso a educación, perpetuando un ciclo de pobreza generacional.

Para estas familias, las cenas abundantes, los regalos y las decoraciones navideñas son un lujo inalcanzable. En 2023, Cáritas Internacional lanzó la campaña “La Pobreza No Tiene Fronteras”, con el objetivo de ayudar a más de 30 millones de personas en 200 países y territorios.

El desafío de la soledad en la Navidad

En una época presentada como símbolo de unión y celebración, la soledad afecta a millones de personas, especialmente a los adultos mayores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 33% de los adultos mayores experimentan soledad severa durante las fiestas.

El Papa Francisco hizo un llamado a no olvidar a nuestros ancianos

«Son un don de Dios que debemos agradecer y cuidar. No permitamos que estén solos durante estas fiestas».

Papa Francisco

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Migrantes: una Navidad lejos del hogar

Otro grupo profundamente afectado son las personas migrantes, quienes pasan la Navidad lejos de sus familias. Según un reportaje de la Agencia EFE, este sector enfrenta un doble desafío: la distancia y la exclusión social.

Es esencial mirar más allá del consumismo y reconocer que la verdadera esencia de esta festividad no radica en lo material, sino en construir un mundo más justo.

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Más allá de la Navidad: solidaridad durante todo el año

La pobreza no desaparece con la llegada del año nuevo. Los desafíos globales requieren acciones concretas y sostenidas. Este es un llamado a la solidaridad continua, para que cada día sea una oportunidad para trabajar por la igualdad.

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