La F1 se prepara para una gran batalla final
Catar.- McLaren volvió a sufrir un duro golpe en su pelea por el campeonato mundial. Lando Norris y Oscar Piastri, dos de los grandes candidatos a la corona, pagaron caro un error de estrategia que dejó servida en bandeja una nueva oportunidad para Max Verstappen, quien ahora llega a Abu Dabi con opciones reales de conquistar su quinto título consecutivo.
El ambiente del paddock en Lusail lo decía todo. Mientras en McLaren predominaban los gestos de frustración y silencio, en Red Bull se respiraba satisfacción pura. La “mala decisión” de la escudería británica no solo arruinó una carrera que parecía tener bajo control, sino que devolvió a Verstappen a un escenario que hace apenas unas semanas parecía imposible.
Verstappen: “¡Que me llame Chucky!”
Oscar Piastri, visiblemente golpeado por el resultado, reconoció que es “difícil de digerir”, tras finalizar segundo en una carrera que parecía estar a su alcance. El propio Zak Brown había comparado recientemente a Verstappen con un monstruo de película de terror que siempre regresa, algo que el neerlandés tomó con humor: “¡Que me llame Chucky!”, respondió entre risas. Pero el domingo, lejos de bromas, “Mad Max” simplemente aprovechó otro desliz del equipo papaya.
Todo se derrumbó en la vuelta siete. Tras el choque entre Gasly y Hülkenberg, casi toda la parrilla entró a cajas para realizar una parada clave bajo coche de seguridad. McLaren, en una decisión incomprensible, mantuvo a sus dos pilotos en pista, desperdiciando una “parada gratis” que sí aprovecharon sus rivales. En un fin de semana donde los neumáticos estaban limitados a 25 vueltas por razones de seguridad, ese error se transformó en una sentencia.

Irregularidades técnicas
Andrea Stella, directora del equipo, no evadió su responsabilidad: “La decisión resultó ser muy perjudicial. Oscar controlaba la carrera y merecía ganarla. Perdimos incluso el podio para Lando”. Este tropiezo llega apenas una semana después de las descalificaciones en Las Vegas por irregularidades técnicas, un golpe doble del que el equipo todavía no se recupera del todo. “Durante una temporada hay fases distintas”, justificó Stella, aunque sin profundizar en los errores.
El resurgimiento de Verstappen ha sido fulminante. A principios de septiembre, el neerlandés estaba 104 puntos detrás de Piastri y 70 de Norris. Hoy llega a la última carrera a solo 12 puntos del británico y con cuatro de ventaja sobre Piastri, después de ganar cinco de las últimas ocho competencias. Lo que parecía un duelo interno de McLaren se ha transformado en una pesadilla que Red Bull ha aprovechado a la perfección.
En medio de la presión y la amenaza del bicampeón, McLaren ya confirmó que no impondrá órdenes de equipo. “Dejaremos a Oscar y Lando competirá libremente”, insistió Stella. Sin embargo, la historia recuerda que decisiones similares ya han costado títulos, como en 2007, cuando la rivalidad Hamilton-Alonso —también en McLaren— permitió que Kimi Raikkönen se coronara en la última fecha. ¿Se repetirá el guion? Abu Dabi tendrá la respuesta.