«El Cachiro» salpica a Libre, al Partido Nacional y Liberal en audiencia de Midence Oquelí
por Carlitos Giron |
Tegucigalpa, Honduras.- El Partido Libertad y Refundación (Libre) fue salpicado por Devis Leonel Maradiaga en la audiencia de Midence Oquelí en Estados Unidos por narcotráfico.
Según conoció ICN Noticias, El Cachiro quería seguir hablando de Libre y otros instituos políticos de Honduras, pero el juez lo frenó.
Audiencia Midence Oquelí Martínez
La audiencia de hoy en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, en el caso contra Midence Oquelí Martínez Turcios, ofreció un momento crucial en la trama que revela las conexiones entre la política hondureña y el narcotráfico.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder del cartel Los Cachiros, proporcionó un relato contundente, aunque fragmentado, sobre asesinatos, sobornos y pactos políticos oscuros. Sin embargo, su testimonio fue interrumpido de forma constante.
El fiscal, con evidente control, evitó que Rivera Maradiaga se extendiera en sus respuestas, interviniendo repetidamente cada vez que el testigo insinuaba profundizar en detalles comprometedores.
La investigadora Carolina Meléndez, presente en la sala, relató a ICN Noticias cómo el testigo hizo referencia a los asesinatos del periodista Nahúm Palacios y del político Juan Ramón Salgado.
Sobre este último, Rivera describió que el crimen fue una represalia orquestada después de que Salgado no lograra asegurar el nombramiento de Martínez Turcios como ministro de Seguridad durante el gobierno de Manuel Zelaya Rosales en 2006.
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Silencios reveladores
La escena fue cortada con precisión por el fiscal, quien no permitió que se mencionaran otros nombres ni que se aclararan las circunstancias del supuesto acuerdo roto. Lo único que quedó claro, según Meléndez, fue que el asesinato fue “un ajuste de cuentas” porque el puesto prometido no se materializó.
Rivera Maradiaga también habló de Nahúm Palacios, el periodista que, en palabras del testigo, fue primero advertido, luego sobornado con 50,000 dólares y, finalmente, ejecutado junto a su pareja en Tocoa, Colón, por continuar denunciando los vínculos de Martínez con Los Cachiros.
La brutalidad de su muerte, relatada con frialdad, quedó sin mayores explicaciones. Meléndez subrayó cómo el fiscal se apresuró a interrumpir cualquier intento de Rivera por ofrecer más contexto o datos adicionales, dejando en el aire los detalles del soborno y los actores involucrados.
Durante la sesión, también surgieron menciones a otros asesinatos menos conocidos, como el de Carlos Valladares, un miembro de inteligencia policial, y las torturas ordenadas contra un joven relacionado con un conflicto familiar.
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Según Meléndez, estos crímenes parecían enfatizar la imagen violenta de Martínez Turcios, pero el fiscal no permitió que se desviara la narrativa principal. Lo esencial era mostrar a Martínez como un engranaje clave en la maquinaria criminal de Los Cachiros, sin perder el enfoque en los asesinatos más mediáticos.
Lo más inquietante de la audiencia, sin embargo, fue la revelación de un nuevo video relacionado con el narcotráfico. Rivera mencionó brevemente una reunión entre figuras políticas y narcotraficantes celebrada en un hotel capitalino, la noche previa a negociaciones sobre el liderazgo del Congreso hondureño en 2014.
Políticos mencionados en la audiencia
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Los nombres de Freddy Nájera y otros políticos salieron a relucir. En el video expuesto, grabado por Devis Rivera, se mencionó un encuentro la noche anterior con Juan Orlando Hernández, donde se le pidió el nombramiento de Óscar Nájera a la presidencia del Congreso, una solicitud que Hernández denegó.
El fiscal, nuevamente, cortó cualquier intento del testigo por ahondar en estas conexiones, un acto que, según Meléndez, parecía casi calculado para evitar salpicar a actores aún más influyentes.
La fiscalía respaldó el testimonio con documentos protegidos bajo una Orden 3500, solicitada formalmente por el fiscal y aprobada por el juez Lewis A. Kaplan.
Esta orden limita estrictamente el manejo y divulgación de las pruebas, citando la seguridad de los testigos y la naturaleza delicada de la información presentada.
Ni la defensa ni el acusado tendrán permitido trasladar el material fuera del país ni compartirlo con terceros no autorizados. Se trata, en palabras del juez, de una medida necesaria “para proteger la integridad del caso”.
La audiencia de hoy, entonces, dejó más preguntas que respuestas.
Rivera Maradiaga habló lo suficiente como para delinear un cuadro de corrupción, asesinatos y complicidades políticas, afirmando sin reparos que sobornó a políticos de los partidos Nacional, Liberal y Libre, pero fue forzado a callar cuando el relato amenazaba con volverse demasiado revelador.
A medida que el juicio avanza, la fiscalía parece más interesada en establecer un caso sólido contra Martínez que en exponer toda la verdad.
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