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Australia.- Un estudio realizado por The Economist Impact, en colaboración con Haleon, analiza la situación actual de los sistemas de salud en 40 economías del mundo, evaluando áreas clave como la Salud en la Sociedad, los Sistemas de Salud Inclusivos y la Autonomía de las Personas y Comunidades.

Australia y Suecia destacan como los países más inclusivos en términos de salud, liderando el Índice con una puntuación de 81.1. Estos países se sobresalen por sus políticas de salud inclusivas y su capacidad para eliminar barreras que dificultan el acceso a una atención de salud de calidad.

Honduras ocupa la posición 37 en el Índice

Por otro lado, Honduras se encuentra en la posición 37 del ranking, lo que refleja que el país aún enfrenta desafíos significativos en términos de inclusión en salud. Esta posición señala que el acceso equitativo a los servicios de salud es una barrera para muchos ciudadanos, lo que podría estar relacionado con deficiencias en las políticas públicas, la infraestructura de salud o factores sociales y económicos.

The Economist Impact define la inclusión en salud como el proceso de eliminar las barreras sociales, culturales, políticas y personales que impiden que las personas y comunidades disfruten de una buena salud física y mental, permitiéndoles vivir una vida plena y realizada.

El Índice mide el progreso hacia la salud para todos

Este índice evalúa el progreso de cada país hacia la salud mental, física y social accesible para todos. Analiza datos clave en tres dominios de indicadores relacionados con la inclusión en salud, permitiendo así un diagnóstico claro del estado de la salud en cada nación.

El estudio se llevó a cabo en dos fases. La primera se centró en el análisis de la inclusión de la salud en las políticas públicas, mientras que la segunda fase incorporó la opinión de los ciudadanos sobre los sistemas de salud en sus respectivos países.

Desafíos en la implementación de políticas de salud inclusiva

El informe destaca que, aunque muchos países están trabajando para superar las barreras a una buena salud, enfrentan desafíos significativos debido a la falta de datos que orienten las políticas adecuadas para lograr una salud verdaderamente inclusiva.