Tegucigalpa.-El técnico de la Selección de Honduras, Reinaldo Rueda, habló claro después del papelón ante Nicaragua. Aceptó que la H “no estuvo en la cancha”, porque muchos ya estaban pensando —de manera prematura— en la última fecha de la eliminatoria. “Y esa desconexión nos costó caro”.

Honduras tenía en sus manos el pase directo al Mundial de Norteamérica 2026: solo había que ganarle a Nicaragua. Pero la Bicolor nunca apareció, cayó 2-0 y ahora está obligada a jugarse la vida en San José, ante una Costa Rica que también llega al límite y solo le sirve ganar. Un clásico centroamericano con olor a final.

Sin ideas

Rueda no se guardó nada. Dijo que el equipo era irreconocible: sin movilidad, sin intensidad, perdiendo todos los rebotes y duelos aéreos. “Esa no es Honduras”, lamentó. Y dejó claro que la pasividad del grupo no tiene explicación.

El entrenador admitió que varios jugadores “fueron blanditos” y que no tenían la cabeza puesta en Nicaragua, sino en Costa Rica. Una autocrítica dura en el peor momento posible.

Por un milagro

Con este resultado, Honduras y Haití siguen líderes del Grupo C con 8 puntos, mientras Costa Rica se acerca con 6 y Nicaragua suma 4. Todo se decidirá en la última jornada.

Rueda cerró diciendo que “la mente nos traicionó” y que el equipo quiso celebrar antes de tiempo. Ahora, la clasificación depende exclusivamente de Honduras. “Si estamos o no estamos en el Mundial, lo definimos nosotros”, remató el cafetero.

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