TEGUCIGALPA.- Un nuevo estudio ha revelado que descansar por la noche con la luz encendida o bajo exposición de luz artificial incrementa de forma significativa el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca.

Dormir en ambientes donde no hay oscuridad total puede alterar de manera profunda el sistema cardiovascular y metabólico del cuerpo, lo que convierte a esta práctica cotidiana en un factor de riesgo real.

Los investigadores señalan que la luz nocturna activa el sistema nervioso autónomo, impidiendo que el corazón reduzca su actividad durante el sueño y favoreciendo un ritmo cardíaco elevado.

En contextos así, se registran aumentos en la resistencia a la insulina, alteraciones en el ritmo circadiano y elevaciones de la frecuencia cardíaca que impulsan un desgaste temprano del músculo cardíaco.

Frente a estos hallazgos los especialistas advierten que el ambiente de descanso debe ser lo más oscuro posible para proteger la salud del corazón.

El estudio subraya que incluso niveles moderados de luz durante el sueño —como los emitidos por lámparas, pantallas o iluminación indirecta— pueden generar efectos adversos similares al de factores tradicionales como hipertensión o resistencia a la insulina.

Dada la magnitud del riesgo señalado —más del 50 % para insuficiencia cardíaca— se convierte en una conducta preventiva relevante tanto para adultos jóvenes como para mayores.

La recomendación clave es priorizar un entorno de descanso con mínima exposición lumínica, apagar dispositivos emisores de luz, y asegurarse de que el cuarto esté en penumbra completa para disminuir la carga sobre el sistema cardiovascular.