El director de la Policía Nacional de Honduras, en un reciente operativo en la colonia Ciudad Planeta, confirmó la incautación de armas de guerra que sorprenden por su sofisticación. Entre los hallazgos se encuentran un lanza granadas modelo M203, calibre 5.56 mm, y un fusil de asalto M-16 de fabricación suiza o israelí. Estos armamentos, según el portavoz de la policía, Miguel Martínez Madrid, habrían sido utilizados contra vehículos de las fuerzas del orden pero no preciso un caso en particular.

#Nacionales📌| La @PoliciaHonduras incauta fuerte armamento a miembros de la pandilla 18 en la colonia Ciudad Planeta de La Lima, Cortés. @hegusave pic.twitter.com/ANWVZ7eAyS

— ICN.Digital (@ICNDigital) September 24, 2024

Los analistas en seguridad que consultó ICN Digital revisaron las imágenes del armamento y afirmaron que, aunque algunos componentes como el cañón del fusil faltan, estas armas son legales para fuerzas de seguridad, obviamente llegó por medio de tráfico a manos de grupos criminales. Esta situación plantea interrogantes: ¿se utilizaron recientemente y ahora intentan ocultar su rastro, o simplemente se almacenan en la zona para su eventual?

Expertos explican que el uso de este tipo de armamento implica un nivel de complejidad y entrenamiento. Si los pandilleros son capaces de manejarlo, estamos ante un aumento significativo en la especialización de las bandas criminales. Esto se asemeja a lo sucedido en México, en donde por años se habló de armas de asalto en manos de carteles pero fue hasta el 17 de octubre de 2019, durante el intento de liberar a Ovidio Guzmán López, grupos criminales utilizaron armamento comparable al del ejército mexicano. Este evento reveló la capacidad de los carteles para acceder a armas de nivel militar, lo que sorprendió a las autoridades.

La situación en Honduras refleja una realidad alarmante. Según un informe de Insight Crime sobre el Barrio 18, publicado en noviembre de 2023, la organización ha encontrado vínculos con mafias mexicanas que operan desde Estados Unidos. Estos lazos sugieren que los grupos criminales en Honduras no solo cuentan con apoyo local, sino que también mantienen conexiones transnacionales que facilitan el tráfico de armas.

Las imágenes del armamento incautado revelan un patrón que va más allá de simples casos aislados. Las pandillas como el Barrio 18 y su asociación con organizaciones más grandes, como los carteles de México, generan un ecosistema donde el crimen organizado se profesionaliza. La capacidad de estas bandas para obtener armamento avanzado plantea un desafío enorme para las autoridades y pone en entredicho la efectividad de las políticas de seguridad actuales.

De hecho, la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ) advirtió que en Honduras las municiones para armas ilegales en manos de civiles se pueden comprar de manera legal en la armería. 

Según el manual de las Naciones Unidas de Desarme, Movilización y Reinserción, la recomendación en caso de incautar armas de guerra es identificar el tipo de arma, registrarla y destruirla para evitar que vuelva a las calles.