Narcos que confesaron asesinatos en EE. UU. enfrentarán cárcel en Honduras

by Tania Gálvez |

Narcos que confesaron asesinatos en EE. UU. enfrentarán cárcel en Honduras

El fiscal general de Honduras, Jhoel Zelaya, afirmó que los narcotraficantes que han confesado asesinatos en Estados Unidos, como Devis Rivera Maradiaga, cabecilla del cartel de los Cachiros, deben rendir cuentas ante la justicia hondureña. Maradiaga, en su acuerdo de colaboración con la fiscalía estadounidense, admitió su responsabilidad en 78 asesinatos, incluyendo casos de tortura.

Asesinatos confesados por Devis Rivera:

En octubre de 2013, el agente de policía identificado como “Metro” fue torturado y asesinado por Devis Rivera, luego que este descubriera un narcolaboratorio de su socio Geovanny Fuentes Ramírez

Héctor Amador Portillo, conocido como el “Gato Negro» fue asesinado en abril de 2010, el “Chachiro confirmó su participación en el crimen.

Lista completa:

Zelaya también anunció la revisión de los «narcovídeos» que muestran reuniones entre políticos hondureños y narcotraficantes. Estos vídeos, explicó, serán analizados para determinar el contexto y las implicaciones legales. «Lo haremos sin sesgos políticos», aseguró Zelaya, sugiriendo la posibilidad de una colaboración entre las fiscalías de Honduras y Estados Unidos.

Durante esta investigación, se confirmó la participación del diputado Carlos Zelaya en una reunión con narcotraficantes en 2013. El fiscal mencionó que se están investigando varios casos que involucran a políticos y diputados, aunque no especificó los nombres de todos los involucrados.

El país aún enfrenta un gran reto en la lucha contra la corrupción. En 2020, el gobierno hondureño no renovó el convenio con la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), una organización que, entre 2016 y 2020, presentó 13 casos de corrupción y entregó 60 expedientes a la fiscalía general. Estos casos, relacionados con altos funcionarios, siguen pendientes de resolución.

La investigación en torno a los nexos entre el narcotráfico y la clase política continúa, mientras la presión pública exige justicia en Honduras para los criminales que han operado bajo la sombra de la impunidad.

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