OPINIÓN | Economía plateada: la riqueza del futuro tendrá canas
Tegucigalpa, Honduras. En una época donde la juventud es moneda de cambio en el mercado laboral, el Fondo Monetario Internacional (FMI) propone una disrupción tan inevitable como necesaria: mirar hacia la vejez no como un problema, sino como una oportunidad económica.
Así lo plantea en su informe de abril de 2025, al destacar el auge de la llamada economía plateada.
El término, que suena elegante y casi futurista, no es otra cosa que un llamado a repensar el lugar que ocupan los adultos mayores en la vida productiva.
En un mundo que envejece rápidamente, con fecundidad a la baja y longevidad al alza, la lógica de que trabajar es sinónimo de juventud comienza a desaparecer.
El FMI advirtió en su más reciente informe sobre las Perspectivas de la Economía Mundial que el envejecimiento poblacional representa uno de los mayores retos del siglo XXI, pero también una ventana de oportunidad a través de la llamada “economía plateada”.
En el capítulo 2 del informe, titulado El auge de la economía plateada: consecuencias globales del envejecimiento demográfico, el organismo analiza cómo los cambios demográficos están reconfigurando los mercados laborales y la estructura económica global.
Aunque el aumento en la proporción de personas mayores implica presiones fiscales y una posible desaceleración del crecimiento, también presenta oportunidades si se aplican políticas públicas que promuevan el envejecimiento saludable y activo.
“El envejecimiento saludable puede ser un motor de productividad”, señala el informe.
El FMI recomienda implementar políticas focalizadas que:
- Fomenten la salud y el bienestar en edades avanzadas.
- Promuevan la inclusión laboral de los adultos mayores.
- Cierren la brecha de género en la participación laboral.
Estas estrategias permitirían a los países estimular el crecimiento económico, mejorar su sostenibilidad fiscal y aprovechar el valor productivo de las poblaciones mayores, en lugar de verlas únicamente como una carga para los sistemas de pensiones o salud.
Muchos mercados emergentes se ven afectados, y es que para 2070, incluso los países de ingresos bajos estarán envejeciendo.
Pero en lugar de temerle al cambio, el informe sugiere abrazarlo. ¿Cómo? Prolongando la vida laboral, fomentando el envejecimiento saludable y cerrando la brecha de género en la participación económica.
¿Puede una abuela ser una líder de innovación? ¿Puede un adulto mayor ser el motor de crecimiento de su país? El FMI cree que sí. Y tiene sentido: mayor experiencia, mayor capital social, mayor estabilidad emocional. Lo que hace falta no es juventud, sino políticas públicas que destruyan estereotipos y creen condiciones para que las personas mayores sigan contribuyendo con dignidad.
Iniciativas en otros países
En este contexto, el programa “Pensar en Grande” en Uruguay se presenta como un ejemplo de cómo capitalizar las oportunidades de la economía plateada.
Este programa ha impulsado más de 360 emprendimientos en 12 países, enfocándose en soluciones innovadoras para adultos mayores, y posicionando a Uruguay como un mercado de rápido crecimiento en este sector.
Estas perspectivas coinciden en la importancia de adaptar políticas públicas y fomentar la innovación para aprovechar el potencial económico de una población que envejece, transformando un desafío demográfico en una oportunidad de crecimiento inclusivo y sostenible.
Por otro lado, en febrero de 2025, la startup panameña Silver Guardian fue reconocida por su labor en la economía plateada al ser seleccionada en dos programas de innovación: Silver Lab de la Alianza de Innovación Plateada y Crescente by USAID.
Silver Lab fomenta un ecosistema empresarial que mejora la calidad de vida de los adultos mayores en América Latina y Venezuela, priorizando a PyMEs con modelos de negocio operativos en este sector; mientras que la selección de Silver Guardian se debe a su enfoque innovador en tecnología aplicada a la inclusión social y el bienestar de los adultos mayores.
Minoría en Honduras
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2024, la población hondureña se caracteriza por ser joven, representada por adolescentes menores de 19 años (36.5 %). “Por otro lado, la población de la tercera edad, conformada por adultos de 60 años o más, conforman una minoría de apenas un 14 %”.
Sobre la participación de este grupo poblacional en la toma de decisiones, específicamente en la elección de autoridades gubernamentales, ICN Digital (con referencias de datos proporcionados por el Consejo Nacional Electoral) dio a conocer que las llamadas Generación Baby Boomers, Generación Silenciosa y Generación de los Grandes (de 60 a más de 100 años) suman 762,239 personas aptas para votar, un número importante en el censo electoral.
El FMI lanza una advertencia y una propuesta: o nos preparamos para la nueva estructura demográfica o nos hundimos en el peso de nuestras propias omisiones. Y aquí no hay escapatoria.
El problema es que seguimos atrapados en un modelo productivo diseñado para una sociedad que ya no existe. Una donde el retiro era sinónimo de jubilación pasiva, donde cumplir 60 era casi como firmar un permiso de invisibilidad.
La economía plateada no es una excusa para no dar pensiones dignas, ni para extender el trabajo por necesidad. Es una nueva narrativa: una que entiende que envejecer no es retirarse del mundo, sino redefinir el rol dentro de él.
Si los gobiernos actúan con visión, podrán convertir esta transición demográfica en un motor de desarrollo sostenible. Pero si continúan viendo a los adultos mayores como una carga fiscal, estaremos desperdiciando una de las mayores fuentes de productividad y sabiduría del siglo XXI.
El futuro tiene canas, sí. Pero también tiene fuerza. Solo falta que los tomadores de decisiones gradúen los lentes y se atrevan a mirar con otros ojos.