Tegucigalpa, Honduras.- “Si pagan 30 dólares, los cruzamos a El Salvador sin hacer fila”. Esa es la cuota que cobra una red de tramitadores coludidos con funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera de El Amatillo, al sur de Honduras, para agilizar el paso de hondureños hacia territorio salvadoreño.

ICN Investiga comprobó que empleados de Migración cobran 750 lempiras -es decir 30 dólares- por persona, aprovechándose de las inmensas filas que pueden tardar horas bajo el sol para lograr el cruce. El pago abre una vía rápida: sin esperas, sin protocolos y sin la información que exige la ley antes de salir del país.

En este negocio donde debería haber control y legalidad, hoy opera una estructura paralela, funcionarios del INM subcontratan a otras persoans ajenas a la institución para que salgan a las enormes filas de vehículos a ofrecer los servicios a cambio de coimas.

ICN Investiga se trasladó hasta el departamento de Valle, donde está ubicada la frontera con El Salvador.

Durante el feriado Morazánico, miles de hondureños realizan extensas filas para salir legalmente del país. Y es justamente en medio de esa desesperación colectiva donde entra en operación esta corrupta red.

Cobro ilegal

“Les hacemos las placas”, es la frase con la que los integrantes de la red irrumpen entre los vehículos, ofreciendo un trámite camuflado con otras intenciones. Hablan de la impresión de placas vehiculares, pero rápidamente también incluyen el pase directo en nombre del INM.

El vehículo de ICN Investiga no llevaba ni 40 segundos de haberse formado en la fila cuando tres personas se acercaron a ofrecer el “servicio”. Uno de ellos, de aspecto delgado y tono seguro, fue quien tomó la palabra: “Si no quieren hacer fila, también pueden pagar 30 dólares y los pasamos de un solo”. El resto permaneció en silencio, vigilando la fila, hasta que se dispersaron para ofrecer lo mismo a otros automovilistas.

“Allá va a pasar rápido”, prometió el hombre, sin identificarse en ningún momento. Acto seguido, aseguró que podía hablar con el de Migración para que dejara pasar sin contratiempos. Antes de continuar, preguntó a los miembros de ICN Investiga si eran hondureños.

La negociación avanzó. “¿Si somos hondureños por qué nos cobra en dólares?”, cuestionó un periodista de ICN. El intermediario no dudó en culpar directamente a los funcionarios del INM: “Son ellos los que cobran en dólares”, respondió, dejando en claro que la red opera en coordinación con los agentes del Estado.

Así operan

Una vez el cliente acepta, se hace el pago de los 30 dólares. De inmediato, la persona vinculada a la red se desplaza hasta donde están los agentes de Migración en el puente que divide ambos países para entregar el dinero.

“Ellos me tiran la mitad a mí o me dan el 40%”, confesó sin titubeos el intermediario, explicando que recibe esa comisión únicamente por conseguir clientes para los empleados públicos que consumen este irregular acto de corrupción.

En términos prácticos según el intermediario, de los 30 dólares –equivalentes a 750 lempiras–, 350 lempiras quedan en manos del funcionario y 300 lempiras en las del coyote que atrajo al cliente. En otros casos, la división es 350 y 350. El negocio se cierra en cuestión de minutos y el dinero queda repartido.

Con el trato pactado, la operación debe cumplirse. El coyote se desplaza hasta el punto exacto donde se realiza el control migratorio, atento a que el vehículo que pagó llegue a la fila. Una vez lo detecta, por medio de señas le indica al agente de Migración cuál es el carro que compró el paso.

Y así se consuma el acto de corrupción. Al llegar al puesto, el funcionario evita pedir el registro migratorio (ticket), no solicita protocolos, apenas sostiene una plática de menos de tres segundos y deja pasar al vehículo, concretando el acuerdo.


La frontera, que debería ser un muro de legalidad, se convierte en un corredor de impunidad.

Esta red también opera vía WhatsApp. Al momento en que los coyotes realizaron el pago al agente de Migración, este solicitó un número de teléfono para seguir en contacto.

Por esta vía se dan indicaciones e incluso ofrecen otros servicios, como la elaboración de cartas poder para personas que no conduzcan vehículos a su nombre.

A través de esa vía se envían indicaciones y hasta se ofrecen otros servicios, como la elaboración de cartas poder para personas que no conducen vehículos a su nombre.

El trámite legal es gratuito y consiste en llegar a Migración, presentar el pasaporte o Documento Nacional de Identificación (DNI), y recibir un ticket que luego revisan los agentes aduaneros para permitir que el hondureño pueda salir del país.