Kiev, Ucrania.- Un ataque con cientos de drones y misiles rusos dejó el domingo al menos cuatro muertos en Kiev, entre ellos una niña de 12 años, y más de 70 heridos en distintas regiones del país, según las autoridades ucranianas.

La ofensiva duró unas 12 horas e incluyó bombardeos nocturnos que afectaron edificios residenciales, instalaciones civiles y algunas infraestructuras energéticas. En Kiev, los servicios de rescate sacaron de entre los escombros a la menor fallecida y a otras tres personas muertas en distintos puntos de la ciudad, incluido un instituto de cardiología en el distrito de Solomianski. Más de 70 personas resultaron heridas en varias regiones, informó el ministro del Interior, Igor Klymenko.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el ataque de “guerra contra los civiles” y advirtió que los bombardeos podrían provocar cortes masivos de electricidad. A través de sus redes sociales, afirmó que Moscú busca “seguir luchando y matando” y pidió que se ejerza la presión más severa posible sobre Rusia a nivel internacional.

Vecinos de Kiev describieron escenas de pánico: Mark Serguéiev relató que un misil impactó su apartamento mientras dormían, arrancando el techo sobre la cama de su hijo. Anna, otra residente, contó que su vivienda quedó cubierta de escombros tras la explosión y rompimiento de ventanas. Las imágenes publicadas por Zelenski muestran edificios residenciales en llamas.

En la ciudad de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, los bombardeos alcanzaron al menos cuatro veces la zona, dejando 34 heridos, según el gobernador Iván Fiódorov.

El Ministerio de Defensa ruso declaró haber atacado “empresas del complejo militar-industrial ucraniano” y aseguró haber derribado 41 drones ucranianos durante la noche. Por su parte, Polonia movilizó su aviación de forma preventiva para proteger su espacio aéreo, mientras la OTAN reforzó la vigilancia en la región báltica tras recientes incursiones de drones.

Zelenski sostuvo conversaciones con líderes europeos, incluidos el jefe de la OTAN, Mark Rutte, el presidente finlandés Alexander Stubb y el primer ministro noruego Jonas Gahr Støre, para coordinar respuestas y reforzar el programa PURL, que busca mejorar la comprensión de armas estadounidenses con destino a Ucrania. Además, alertó sobre el uso de cargueros rusos para lanzar drones y pidió prohibir la navegación de esos barcos en el mar Báltico y otras rutas estratégicas europeas.

La ofensiva rusa evidencia la escalada del conflicto, mientras la población civil ucraniana sigue sufriendo los efectos directos de los ataques y las tensiones internacionales aumentan por el riesgo de incursiones en territorio aliado.