Jerusalén, Israel.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó este lunes que Washington mantiene un “apoyo inquebrantable” a Israel en su ofensiva contra Hamás en Gaza, y defendió que la guerra solo terminará con la eliminación del grupo islamista.

En una conferencia conjunta con el primer ministro Benjamin Netanyahu, Rubio dijo que “el pueblo de Gaza merece un mejor futuro, pero ese futuro no puede comenzar hasta que Hamás sea erradicado”.

Netanyahu calificó la visita de Rubio como un “mensaje claro” del respaldo estadounidense y elogió al presidente Donald Trump como “el mayor amigo que Israel haya tenido”. El jefe de la diplomacia estadounidense criticó a los países occidentales que han reconocido a Palestina, asegurando que solo han “envalentonado” a Hamás. Rubio adelantó que discutirá con Israel los planes de tomar Gaza City y la posibilidad de anexar partes de Cisjordania ocupada para bloquear un futuro Estado palestino.

El viaje de Rubio se produce tras un ataque israelí en Qatar contra líderes de Hamás, que sorprendió a la administración Trump y complicó las negociaciones mediadas por Doha, Egipto y Washington. El emir qatarí acusó a Israel de sabotear los diálogos: “quien asesina sistemáticamente a su interlocutor busca frustrar las negociaciones”, dijo en una cumbre regional. Rubio viajará este martes a Qatar para reforzar el rol de mediador de ese país.

Mientras tanto, Gaza sufrió el lunes la muerte de otras 25 personas en bombardeos, casi todas en la capital del enclave, según defensa civil local. El ministerio de Salud en Gaza denunció que los desplazados se concentran en Al-Mawasi, donde escasean alimentos y agua y proliferan enfermedades. Desde el 7 de octubre de 2023, la ofensiva israelí ha dejado más de 64,900 muertos, en su mayoría civiles, de acuerdo con cifras del ministerio que la ONU considera creíbles.

Rubio abrió su visita con un acto simbólico en el Muro de los Lamentos, y declaró que Jerusalén es la “capital eterna” de Israel. Más tarde, asistirá a la inauguración de un túnel arqueológico que conecta Silwan con sitios sagrados, iniciativa criticada por palestinos que denuncian demoliciones de viviendas como parte de una estrategia para borrar su presencia histórica.