Ramos Soto
Ramoss soo

Oswaldo Ramos Soto, una figura emblemática en la historia política y jurídica de Honduras, falleció, dejando un legado invaluable en los ámbitos académico, legislativo y judicial. Su vida y carrera estuvieron marcadas por un firme compromiso con la justicia, la educación y la transparencia.

Nacido el 25 de febrero de 1947 en La Ceiba, Ramos Soto se graduó en Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 1969, y obtuvo un Doctorado en Derecho en 1974. Su carrera académica alcanzó su punto culminante cuando fue nombrado Rector de la UNAH entre 1979 y 1982. Durante su gestión, modernizó la infraestructura universitaria y mejoró los programas académicos, elevando el prestigio de la institución.

En el ámbito legislativo, Ramos Soto dejó una huella profunda como diputado desde 1985 hasta 1994, y como Presidente del Congreso Nacional entre 1990 y 1994. Promovió reformas legislativas significativas y abogó por la transparencia gubernamental, influyendo de manera decisiva en la vida política del país.

Entre 1994 y 2000, sirvió como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, donde su compromiso con la justicia y la defensa de los derechos humanos se hizo evidente, contribuyendo al fortalecimiento del sistema judicial de Honduras. Además, entre 2000 y 2004, representó a Honduras como Embajador en Guatemala, y luego presidió el Colegio de Abogados de Honduras de 2004 a 2008, promoviendo estándares éticos y defendiendo los intereses de la profesión.

A lo largo de su vida, recibió numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Derechos Humanos y el título de Doctor Honoris Causa por la UNAH. Su legado como pilar del derecho y la educación en Honduras continuará inspirando a futuras generaciones hacia un futuro más justo y democrático.

por Tania