Madrid, España.-Unos 50 adolescentes franceses de confesión judía fueron obligados a bajar de un avión en Valencia cuando se disponían a regresar a París, en un incidente que ha generado controversia. Mientras la aerolínea española Vueling alega problemas de comportamiento, algunos padres y representantes del grupo denuncian un acto de discriminación religiosa.

El grupo, que había pasado dos semanas de vacaciones en España, se preparaba para abordar su vuelo de regreso el miércoles cuando la tripulación solicitó la intervención de la Guardia Civil.

Según Vueling, los adolescentes tuvieron una “actitud altamente conflictiva”, manipularon material de emergencia e interrumpieron la demostración de seguridad a bordo. A pesar de múltiples advertencias, asegura la compañía, la conducta continuó, lo que activó los protocolos de seguridad y provocó el desembarque de todos los menores y sus acompañantes.

Vueling afirmó además que el comportamiento problemático persistió fuera del avión, y que una de las monitoras fue detenida por negarse a abandonar la aeronave. Un video difundido en redes sociales muestra a una joven esposada en el suelo mientras es custodiada por agentes españoles.

La Guardia Civil confirmó que el grupo, integrado por 47 menores y cuatro adultos, no obedeció las instrucciones de la tripulación. La monitora detenida fue liberada poco después sin cargos mayores.

No obstante, padres de algunos adolescentes ofrecen una versión diferente. Denuncian que el grupo fue señalado por motivos religiosos después de que uno de los jóvenes cantara en hebreo. “Los niños estaban tranquilos cuando llegó la policía”, aseguró Karine Lamy, madre de uno de los menores, calificando el hecho como un “acto antisemita”.

La asociación Club Kineret, organizadora del viaje, anunció que está recopilando evidencia para presentar una denuncia en Francia contra la aerolínea. Su abogada, Julie Jacob, adelantó que se interpondrá una demanda por “violencia física, psicológica y discriminación por motivos religiosos”, destacando que se trata de menores de menos de 15 años, lo que podría implicar circunstancias agravantes.

El caso ha generado repercusión en redes sociales y medios franceses, en medio de una creciente sensibilidad en Europa ante actos percibidos como discriminación religiosa, especialmente en contextos vinculados al judaísmo.