Texas.- Las cuadrillas comenzaron el lunes a derribar la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, en Texas, donde un tiroteo en 2017 dejó 26 muertos. El pequeño edificio fue arrasado con maquinaria pesada después de que algunas familias intentaron preservar la escena del ataque, el más mortífero en una iglesia en la historia de Estados Unidos.

El mes pasado, un juez autorizó la demolición del santuario, que había sido conservado como un monumento conmemorativo. A pesar de las protestas de algunos miembros de la comunidad, la congregación votó en 2021 a favor del derribo del edificio. Las autoridades confirmaron que el ataque del 5 de noviembre de 2017 resultó en la muerte de 26 personas, incluida una mujer embarazada y su bebé por nacer.

Construcción de un nuevo santuario

Un año y medio después del tiroteo, se completó una nueva iglesia para la congregación. A principios de este verano, un juez de Texas concedió una orden de restricción temporal solicitada por algunas familias, pero otra solicitud de prórroga fue denegada, permitiendo así el inicio de la demolición.

Contexto del tiroteo

El atacante, Devin Patrick Kelley, murió de una herida de bala autoinfligida tras ser perseguido por transeúntes y chocar su auto. El tiroteo aparentemente fue causado por una disputa doméstica entre Kelley y su suegra, quien asistía a la iglesia pero no estaba presente el día del ataque.

Comunidades en todo Estados Unidos han enfrentado desafíos similares al decidir el destino de los lugares donde ocurrieron masacres. Recientemente, también comenzó la demolición del edificio de tres pisos en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, donde murieron 17 personas en un tiroteo masivo en 2018. Tras el tiroteo de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut, las instalaciones fueron demolidas y reemplazadas.