Durante años, las expresiones como “subir arriba” o “bajar abajo” han sido señaladas como errores comunes del español. Sin embargo, la Real Academia Española (RAE) aclara que no se trata de una falta, sino de un pleonasmo expresivo que puede ser válido en determinados contextos.

Según explicó la institución en su sección de dudas lingüísticas y a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), “el pleonasmo es un fenómeno normal en la lengua, que responde en la mayoría de los casos a razones de refuerzo expresivo que no cabe censurar”. Esto significa que frases como “subir arriba”, “salir afuera” o “entrar adentro” no deben considerarse incorrectas cuando el hablante busca enfatizar la acción.

Por ejemplo, en situaciones cotidianas, decir “sube arriba rápido” puede añadir una carga de urgencia o de precisión espacial que el simple “sube” no transmite. Lo mismo ocurre con “salgan afuera ya”, una forma enfática que tiene valor comunicativo en la conversación oral.

No obstante, los expertos recomiendan evitar estos giros en textos formales o académicos. En esos casos, lo más adecuado es optar por la versión simple: subir, bajar, entrar o salir.

En definitiva, la RAE no prohíbe estas construcciones, pero recuerda que su uso depende del contexto. Lo importante no es solo la corrección gramatical, sino la intención comunicativa del hablante.

El debate sobre expresiones redundantes como “subir arriba” o “bajar abajo” revela una tensión constante entre la norma y el uso real del idioma. Aunque las gramáticas tradicionales recomiendan evitar repeticiones innecesarias, la RAE insiste en que la lengua pertenece a quienes la hablan, y su evolución está marcada por la costumbre, la intención y el contexto.

Los pleonasmos son parte de esa riqueza expresiva. A veces refuerzan la idea, otras la matizan o incluso ayudan a marcar el tono emocional del mensaje. No es lo mismo decir “sube” que “¡sube arriba rápido!”, una frase que suena más urgente y concreta. En la oralidad, el énfasis importa tanto como la precisión.

La lingüista española María Moliner ya señalaba en su Diccionario de uso del español que muchos pleonasmos “aportan fuerza expresiva y claridad”, mientras que el académico Salvador Gutiérrez Ordóñez, miembro de la RAE, ha explicado que estas repeticiones “no deben verse como errores, sino como manifestaciones del habla viva”.

El fenómeno se repite en otras lenguas. En inglés, por ejemplo, existen construcciones similares como “come inside” (entra adentro) o “go up upstairs” (sube arriba), que nadie considera incorrectas en el uso coloquial. En el español de América Latina, la naturalidad con la que se dicen frases como “salgan afuera” o “entren adentro” demuestra que el idioma no solo comunica, sino que también refleja una forma de sentir y de habitar el espacio.

Por eso, aunque en contextos formales sigue siendo preferible evitar redundancias, la RAE recuerda que el propósito principal del lenguaje es entenderse. Y si una expresión pleonástica cumple esa función y añade matiz o expresividad, su uso es legítimo.