La Universidad de San Pedro Sula (USAP), con el evento “De frente: Conversando con los candidatos presidenciales” fue el escenario para que la candidata presidencial del oficialista Partido Libertad y Refundación, Rixi Moncada, presentara sus puntos de vista y propuestas ante la población universitaria.

Dentro de sus principales ideas, Moncada mantuvo que la reforma económica es el centro de su propuesta. Propone la democratización de la economía a través de la eliminación de la central de riesgos, reformas estructurales en leyes económicas y la intervención del Estado en la economía según lo contenido en la Constitución de la República.

En materia de desarrollo social, la principal propuesta de Rixi Moncada es la beca universal para las juventudes. Propone, sin ahondar en mecanismos, que la juventud sea el centro de su gobierno. Además, promete mantener y proteger los derechos del magisterio, y promete ser “una colega” en la presidencia. Asegura que el pénsum académico del país debe ser reformado, pero no especifica en qué áreas. 

En temas de tecnología y en particular sobre la inteligencia artificial, la candidata se mostró desconocedora de la profundidad en la que esta herramienta ha permeado la vida diaria de la ciudadanía hondureña. Prefirió regresar a los datos sobre pobreza extrema en el país, poniendo el énfasis en que lo necesario es fortalecer el estado de bienestar de la población.

En materia de democracia y gobernanza, regresa a la idea de que hay que desprivatizar la justicia para que haya mayor alcance a la población.  Enfatiza que se debe regresar al “poder del pueblo”. Menciona un programa integral de atención a pueblos originarios, juventudes y mujeres, pero no profundiza en qué consiste ni qué mecanismos tendrá.

Cuando se le preguntó sobre el tema de seguridad ciudadana, Moncada afirmó que se habían hecho grandes avances en este gobierno, y mencionó el incremento en las fuerzas policiales civiles del país como un logro.

Al ser consultada sobre las acciones concretas y medibles de la refundación, Rixi Moncada eludió brindar datos o ejemplos concretos de este concepto. La candidata optó más bien por hacer remembranza de cómo la colonia española y su exclusión sistémica de comunidades como Chamelecón han repercutido en el estado actual de acceso a servicios. También habló del golpe de Estado de 2009, y aseguró que el pueblo lleva a la “resistencia” en el corazón.

En materia de política exterior, Rixi Moncada mencionó que serán los principios universales los que guiarán esta política, subrayando entre esos principios la autodeterminación de los pueblos, la soberanía y la no injerencia.

Desconoce la alianza FIT Partnership, gestada por  Suiza y otros países, pero asegura que se deben mantener en buena salud las relaciones con la región y el mundo. Moncada identifica a la CELAC como un referente y apunta a seguir fortaleciendo la participación del gobierno de Honduras en ella.

Moncada aseveró también que es capaz de convencer al presidente Donald Trump de la importancia de la migración para Honduras. Incluso afirmó que, más allá de que ella sea progresista y el presidente republicano, es posible tener grandes relaciones con Estados Unidos. Esto, sin embargo, está en completa contraposición con el proyecto geopolítico que Donald Trump ha establecido de manera muy clara con gobernantes de corte populista y de ultraderecha, tanto en la región centroamericana como en Latinoamérica y el mundo.

Consultada sobre el tema de la extradición, Moncada mantuvo que se seguirán extraditando narcotraficantes hacia el país del norte, pero no especificó si será a través de la renegociación de un tratado de extradición. Su mensaje al mundo es que en Honduras se gesta una revolución.

La candidata Rixi Moncada muestra fortaleza en los asuntos de mayor importancia para ella: el replanteamiento de la economía en el país. No obstante, sus respuestas a grandes áreas como educación, salud y política exterior omiten entrar de lleno en las preocupaciones que estas áreas suscitan en la población. Llama la atención, además, el silencio profundo de la candidata sobre temas enormemente preocupantes para la población, como la generación de empleo, el combate a la corrupción, las violencias de género, o la protección del espacio cívico.

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