Estados Unidos.- Michael Jordan volvió a ser protagonista en la jornada inaugural de la NBA, aunque esta vez lejos de las duelas. El seis veces campeón de los Chicago Bulls debutó como comentarista en NBC, cadena que retomó la transmisión de la liga tras más de dos décadas. En su regreso al ojo público, Jordan se mostró cercano, nostálgico y con el carisma intacto.

Durante una conversación con el periodista Mike Tirico, el legendario “23” confesó que extraña profundamente la sensación de competir. “Ojalá existiera una pastilla mágica para volver a vestirme y jugar otra vez”, dijo entre risas, consciente de que, a sus 62 años, su cuerpo ya no está para intentarlo.

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Bromas

“Hoy prefiero hablar que arriesgarme a romperme el tendón de Aquiles”, bromeó.

El diálogo también dejó una anécdota que mostró su lado más humano. Jordan recordó que, en una casa que alquiló recientemente, el propietario le pidió lanzar un tiro libre frente a sus nietos. “Fue lo más nervioso que he estado en años”, admitió, divertido, al relatar que los niños solo conocieron sus hazañas por las historias de sus padres. “No agarraba una pelota desde hacía mucho tiempo”, agregó entre carcajadas.

La aparición de Jordan no fue casualidad. NBC buscó reabrir su era NBA con la presencia del hombre que revolucionó el baloncesto en los años noventa. Para el propio Jordan, la invitación fue una oportunidad de reconectarse con el juego que marcó su vida y devolver algo al deporte que lo convirtió en símbolo mundial.

Su estreno televisivo demostró que el magnetismo de “Air Jordan” sigue intacto. No necesita encestar ni vestir el uniforme de los Bulls para dominar la escena. Basta con su voz y su presencia para que el planeta baloncesto vuelva a detenerse y escucharlo.

Michael Jordan continúa siendo lo que siempre fue: el más grande.

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