Dos religiosos italianos fueron arrestados por «violencia sexual» tras organizar un robo destinado a sustraer los teléfonos de sus víctimas y así eliminar las pruebas, informó el jueves la fiscalía de Nápoles (sur de Italia).

La investigación comenzó en abril cuando dos hombres, residentes en Afragola, localidad cercana a Nápoles, fueron víctimas de un robo en el que los autores solo se llevaron un teléfono celular y huyeron antes de encontrar el segundo, según un comunicado de la fiscalía.

Este robo «presentaba anomalías» y las víctimas inmediatamente lo relacionaron con las agresiones sexuales sufridas a manos de frailes franciscanos en las instituciones donde trabajaban, explica el comunicado.

Se abrió una investigación de inmediato, revelando la realidad de estos abusos perpetrados «en varios monasterios, incluida la Basílica de Sant’Antonio de Afragola».

Los demandantes escribieron ellos mismos a los superiores de los religiosos, a través de su abogado, para denunciar las agresiones.

Según la fiscalía los religiosos sometían a sus víctimas a relaciones sexuales a cambio de ropa, comida o un empleo.

«En 2016 conocí al fraile en un chat de citas», relató uno de los demandantes, citado por el diario Il Corriere della Sera. «El fraile no solo mantenía relaciones sexuales conmigo, sino que me pedía que le encontrara otros chicos», afirmó, mencionando «orgías».

Según los medios italianos una de las víctimas es un italiano y la otra un hombre de un país fuera de la Unión Europea.

Las escuchas telefónicas revelaron además que el robo había sido ordenado para sustraer los teléfonos de los dos hombres «que contenían imágenes y conversaciones muy comprometedoras y que podrían causar serios problemas a ciertos religiosos de los monasterios».

Estas mismas escuchas establecieron que el párroco de Afragola, arrestado el jueves, había ordenado el robo, por lo que está siendo procesado.

Otras cuatro personas -dos ejecutores y dos intermediarios- también fueron detenidas, según la fiscalía.

El arzobispo de Nápoles Mimmo Battaglia indicó el jueves en un comunicado haber suspendido al párroco.