Con una trepidante remontada, la  australiana Kaylee McKeown retuvo este martes el oro de los 100 metros espalda en la final de los Juegos de París-2024, en la que batió el récord olímpico.

McKeown completó la primera mitad de la prueba en cuarta posición pero fue la primera en tocar pared con una marca de 57.33 segundos.

Por detrás llegó su gran rival, la estadounidense Regan Smith (57.66), la vigente plusmarquista mundial.

La también norteamericana Katharine Berkoff (57.98), hija del cuatro veces medallista olímpico David Berkoff, completó el primer podio de las tres finales de natación del martes.

McKeown, de 23 años, batió su propio récord olímpico, que fijó en 57.47 en los Juegos de Tokio-2020, y se consolidó como la mejor nadadora de espalda de la historia reciente.

En la capital japonesa ya fue capaz de atrapar los dos oros en los 100 y 200 m espalda y en el Mundial de Fukuoka en 2023 llegó a hacer el triplete sumando el título de los 50 m.

Pero la reciente progresión de Smith, de 22 años, llevó a ambas a extender los límites de esta especialidad, turnándose para batir los últimos cuatro récords mundiales.

La nadadora de Minnesota se presentaba como una enorme amenaza para la australiana tras apropiarse de la plusmarca mundial apenas el pasado junio.

El choque entre Smith y McKeown, que continuará en los 200 m espalda, encarna también la encarnizada batalla entre la hegemónica Estados Unidos y la emergente Australia por el triunfo en la natación de París.

Hasta el momento Australia lidera la tabla de la piscina del pabellón de la Défense con cuatro oros y tres platas.

Estados Unidos, instalado en lo más alto del medallero desde Barcelona-1992, cuenta con dos metales dorados, seis de plata y seis de bronce.

– Popovici y Marchand apuntan a gestas –

La segunda final del martes también vio cómo caía otro récord olímpico con el triunfo del irlandés Daniel Wiffen en los 800 m libre.

El vigente campeón mundial marcó un crono de 7 minutos y 38.19 segundos que dejó anticuada la marca de 7:41.28 del ucraniano Mykhailo Romanchuk en Tokio-2020.

El estadounidense Bobby Finke, el defensor del título, fue plata a 0.56s de Wiffen y el italiano Gregorio Paltrinieri se colgó el bronce.

En otras pruebas del martes, la cuarta de las nueve funciones de la natación olímpica, David Popovici avanzó a la final de los 100 m libre en busca de un doblete inédito en unos Juegos desde Sídney-2000.

El fenómeno rumano, de 19 años, cumplió con la primera parte de esa misión al vencer el lunes en los 200 m libre, su primer título olímpico.

El miércoles tendrá la oportunidad de asaltar el estrellato de París-2024 si atrapa también el oro de los 100 m, considerada la prueba reina de la natación.

El actual plusmarquista mundial, el chino Zhanle Pan, tratará de detener el irrefrenable ascenso de la joya de Bucarest.

León Marchand, nuevo héroe deportivo de Francia, también quiere reservar su lugar en la noche de las gestas y además por partida doble.

Campeón de los 400 m estilos, Marchand intentará sumar otros dos oros en los 200 m mariposa y braza en la noche del miércoles, una misión que nunca llegó a intentar el gigante Michael Phelps.

Para poder lograrlo, el nadador de Toulouse compareció este martes en las dos preliminares de la mañana y en la semifinal nocturna de los 200 m mariposa.

Marchard aún tenía que ganarse el boleto en la semifinal de los 200 m braza que se celebrará antes del duelo por el oro en los relevos 4×200 libre masculinos, la última final del martes.

por AFP