Periodista de The Wall Street Journal condenado en Rusia
by Fernando Guillen |
Moscú – La justicia rusa ha sentenciado este viernes a 16 años de cárcel a Evan Gershkovich, periodista de The Wall Street Journal, por el delito de espionaje, acusado de recolectar información secreta sobre la industria militar del país.
Gershkovich detenido en Yekaterimburgo en marzo de 2023 y es el primer reportero estadounidense condenado por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría.
El proceso judicial, que tuvo lugar en el tribunal regional de Sverdlovsk, fue sorprendentemente rápido, con solo tres audiencias, dos de ellas celebradas esta semana, lo que ha generado especulaciones sobre un posible interés en acortar los plazos para su eventual canje por un prisionero ruso.
Gershkovich, de 32 años lleva 477 días en prisión, admitió su culpabilidad y dijo, al igual que su periódico, que estaba desempeñando su labor profesional cuando fue arrestado.
En el pasado, detenido junto a otros periodistas por espionaje, entre ellos Paul Whelan, un exmarine estadounidense sentenciado en junio de 2020.
La Embajada de Estados Unidos en Moscú ha criticado la falta de pruebas presentadas por la justicia rusa para justificar la detención de Gershkovich, denunciando la persecución a la disidencia y al periodismo en Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó recientemente que Moscú cuenta con «pruebas irrefutables» que incriminan a Gershkovich en actividades de espionaje, y sugirió la posibilidad de un intercambio con Estados Unidos.
Otros detenidos
Esta situación recuerda el caso de intercambio en diciembre de 2022, cuando la baloncestista estadounidense Brittney Griner se liberó a cambio de Victor Bout, conocido como el «Mercader de la Muerte».
El último caso de detención de un periodista estadounidense por espionaje en Rusia fue en 1986, con Nicholas Daniloff, liberado tras tres semanas en un intercambio diplomático durante la Perestroika.
Gershkovich, hijo de emigrantes soviéticos, arrestado mientras investigaba para The Wall Street Journal en Yekaterimburgo, acusado formalmente por el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de recopilar información secreta sobre la empresa de defensa JSC NPK Uralvagonzavod, fabricante de tanques y armamento pesado en la región de Sverdlovsk.