Francia.- El talco fue clasificado como probablemente cancerígeno por la Agencia para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Lyon, Francia. Esta clasificación se basa en una combinación de estudios parciales en humanos, específicamente relacionados con el cáncer de ovario, así como en pruebas suficientes obtenidas de estudios en animales de laboratorio.
La exposición al talco ocurre principalmente en entornos laborales durante su extracción, molienda o procesamiento, así como en la fabricación de productos que lo contienen.
Exposición mortal
Para la población en general, la exposición ocurre mayormente a través del uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco.
Es importante señalar que esta evaluación se centró en el talco que no contiene amianto, aunque algunos estudios sugieren que podría haber contaminación con amianto en algunos casos.
Sin embargo, análisis recientes, como uno publicado en enero de 2020 basado en 250,000 mujeres en Estados Unidos, no encontraron un vínculo estadístico entre el uso de talco en áreas genitales y el riesgo de cáncer de ovario.
La preocupación sobre la contaminación del talco con amianto surgió en la década de 1970, dado que este mineral a menudo se encuentra en proximidad con los depósitos de talco utilizados en su fabricación.
Evaluacion clínica
Estudios posteriores sugieren un aumento del riesgo de cáncer de ovario en las usuarias de talco, aunque existen debates sobre la validez de estos hallazgos debido a posibles sesgos en la investigación.
Además del talco, la OMS también clasificó como cancerígeno el acrilonitrilo, un compuesto orgánico volátil utilizado ampliamente en la producción de polímeros. Esta clasificación se basa en evidencias suficientes de cáncer de pulmón, así como en pruebas limitadas de cáncer de vejiga en seres humanos.
El acrilonitrilo se encuentra presente en varios productos de consumo y también en el humo del cigarrillo, siendo la contaminación del aire otra fuente significativa de exposición.
En resumen, tanto el talco como el acrilonitrilo son sustancias cuyo uso y exposición requieren ser evaluados con precaución, según las clasificaciones de la OMS basadas en las evidencias disponibles hasta la fecha. Es importante destacar que estas evaluaciones se refieren a los componentes en general y no a marcas específicas de productos.
Tania