Washington.- Kamala Harris está emergiendo como una posible sucesora de Joe Biden en caso de que este decida no buscar la reelección.

Su ascenso se fundamenta en análisis recientes que contrastan su desempeño con el de Biden durante el último debate con Donald Trump. Según un analista político, «Harris está ganando fuerza como sucesora natural de Biden».

La vicepresidenta, de 59 años, ha enfrentado críticas por su baja popularidad durante su mandato, pero nuevas encuestas la sitúan por delante de otras figuras demócratas en intención de voto.

Recientemente, Harris reafirmó su apoyo a Biden durante una llamada con el personal de campaña conjunta, destacando que «apoyo incondicionalmente a Joe y estamos enfocados en seguir trabajando juntos«.

A pesar de estas muestras de apoyo, una encuesta de CNN sugiere que Harris tendría un mejor desempeño electoral frente a Trump en comparación con Biden. Según la encuesta, «Harris obtendría un 45% de los votos frente al 47% de Trump en una hipotética contienda«.

Una alternativa politica

Sin embargo, la gestión de Harris es objeto de críticas internas y externas. Tim Hagle, profesor de Ciencias Políticas, señaló que «Harris ha tenido dificultades para encontrar su lugar en la Administración«, enfrentando problemas internos en su oficina y discursos públicos descritos como «vergonzosos».

A pesar de estas críticas, los analistas coinciden en que Harris podría ser la opción que evite una división interna dentro del partido demócrata en caso de una renuncia de Biden.

Según Stephen Farnsworth, politólogo, «Harris sería la mejor alternativa para los demócratas en caso de una renuncia de Biden«, destacando también su acceso a importantes fondos de campaña que fortalecerían su posición.

Los próximos días serán cruciales para Biden, quien planea una serie de entrevistas y eventos para revitalizar su imagen y definir el futuro de su candidatura.

Aunque ha asegurado su nominación, Biden aún no es el candidato oficial para las elecciones de noviembre, y su habilidad para mantener la unidad dentro del partido será crucial tanto para su propio futuro político como para el de Harris como posible sucesora.