La educación en áreas desfavorecidas de Honduras enfrenta desafíos significativos que crean una brecha persistente entre las aspiraciones de los estudiantes y la realidad educativa. Estos desafíos, que van desde barreras socioeconómicas y culturales hasta limitaciones en el acceso a la tecnología, moldean de manera profunda el panorama educativo en estas comunidades.

Problemas Socioeconómicos:

En la mayoría de municipios de Honduras, las familias de bajos ingresos luchan por cubrir los costos asociados con la educación. Jessica, madre de familia de escasos recursos económicos, explica: «se nos hace más difícil como madre soltera si no tenemos un empleo en el país, todas las cosas están caras, y si no tenemos un ingreso se nos hace difícil cómo pagar los útiles y los uniformes de los niños«.

Acceso Limitado a Tecnología:

El acceso a la tecnología es crucial en la era digital, pero muchos estudiantes en áreas desfavorecidas carecen de computadoras y conexión a internet confiable.

Así lo afirma Robinsson Hernández, estudiante hondureño que a diario se enfrenta a este tipo de desafíos.

«algunos amigos han tenido que dejar sus estudios para poder trabajar y reunir los recursos necesarios para comprar este equipo necesario. Estamos hablando de computadoras, acceso a internet y algunos teléfonos de gama media que permitan cumplir con estas tareas».

Y es que no es fácil cerrar la brecha en uno de los países más pobres y desiguales de la región. Según las cifras del Banco Mundial, una persona vive con menos de 170 lempiras al día. Obviamente, la prioridad es la alimentación, y apenas se cubren los tres tiempos de comida, dejando poco o nada para la tecnología.

Barreras Culturales:

En un análisis reciente sobre los factores que influyen en el aprendizaje de los estudiantes en Honduras, se ha destacado la importancia del contexto socioeconómico y el capital cultural de las familias. Estos elementos juegan un papel crucial en el rendimiento académico, afectando significativamente el proceso educativo.

Según Ricardo Morales de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán: «en el año 2018 hicimos un estudio de los factores asociados al aprendizaje y logramos obtener evidencia para mostrar que, por ejemplo, en noveno grado hasta el 86% de los factores estaban asociados con esta condición que estoy explicando ahora; es decir, los factores que más impactan en el aprendizaje en el caso de Honduras tienen que ver con el contexto socioeconómico y las condiciones del capital cultural de las familias.»

El Impacto de la Migración en la Educación:

Por otra parte, la migración plantea desafíos únicos para la educación en áreas desfavorecidas, y afecta significativamente la presencia de estudiantes en las escuelas.

Para Itsmania Platero, analista migratoria, advierte que «la oportunidad de estudiar junto a otros niños se pierde. Es notable cómo la presencia de menores en las escuelas ha disminuido. Los niños migrantes no tienen acceso al sector educativo. La mayoría de nuestros niños están en territorio mexicano sin oportunidades de estudio, muchos sin el tratamiento médico adecuado y sin las oportunidades que tampoco tuvieron en Honduras». Lamentó.

Además, el retorno de estudiantes después de períodos de migración también presenta desafíos, incluyendo la reintegración al sistema educativo local y el enfrentamiento de barreras lingüísticas y culturales. Este fenómeno subraya la necesidad de políticas educativas que aborden las complejidades de la migración y apoyen la inclusión educativa de todos los niños, independientemente de su situación migratoria.

Según un estudio de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), realizado en marzo de 2023 en centros educativos de los 298 municipios, el 35% de los estudiantes de quinto y octavo grado manifestaron intenciones de emigrar.