LA DECISIÓN DE MILEI: TELAM FUERA DEL AIRE
by Gabriel Ortiz |
En un movimiento sin precedentes, el gobierno de Javier Milei ha iniciado el desmantelamiento de los medios públicos en Argentina, comenzando con el cierre de la agencia de noticias Télam, una decisión que ha generado una ola de críticas y preocupaciones sobre la libertad de expresión y el futuro del periodismo en el país.
Fundada hace 78 años, Télam ha sido una piedra angular en el periodismo argentino, proporcionando una cobertura extensa y diversa a lo largo y ancho del país. La decisión de cerrarla, anunciada por Milei, ha sido vista como un ataque directo a los medios que no alinean con su visión política, especialmente aquellos que han sido críticos con su administración.
La medida ha sido ejecutada con rapidez y firmeza: los edificios de Télam fueron cerrados, su personal dispensado de sus funciones, y su sitio web suspendido. Esta acción no solo deja a más de 700 trabajadores sin empleo, sino que también priva al público de una fuente crucial de información, especialmente en regiones donde otros medios no tienen presencia.
Expertos y trabajadores del sector han condenado el cierre, señalando que no solo es un ataque a la diversidad y pluralidad de voces en el país, sino también un retroceso en términos de derechos laborales y libertad de prensa. La decisión ha sido calificada de ilegal por algunos, argumentando que Télam, al ser creada por ley, solo puede ser disuelta mediante el mismo proceso legislativo.
En respuesta, los trabajadores de Télam han decidido operar el medio de manera paralela bajo el nombre «Somos Télam», manteniendo viva la esencia de la agencia y su compromiso con el periodismo de calidad. Esta resistencia simboliza no solo la lucha por los derechos laborales, sino también la defensa de la libertad de expresión frente a intentos gubernamentales de silenciar voces críticas.
El cierre de Télam es un recordatorio alarmante de la fragilidad de la democracia y la libertad de prensa en tiempos de polarización política. La solidaridad entre periodistas, trabajadores, y la sociedad civil será crucial para enfrentar estos desafíos y asegurar que la verdad y la diversidad de voces continúen siendo pilares de la sociedad argentina.