Los locatarios de varios comercios temen que las ventas continúen disminuyendo por la ordenanza municipal que obliga a las unidades de transporte interurbano local y nacional utilizar solo «la terminal privada»

El caos vehicular continúa por segundo día consecutivo en Choluteca por las tomas de carreteras que protagonizan transportistas y locatarios de los mercados locales que protestan en contra del uso de la Gran Terminal del Pacífico.

Las vías que se mantienen bloqueadas son las que conectan a Choluteca con Guasaule, San Marcos
de Colón y Tegucigalpa.

Los comerciantes y transportistas se han mantenido día y noche sin permitir el acceso y salida de los pobladores y amenazan con mantener la toma hasta alcanzar verdaderos acuerdos con el alcalde municipal Quintín Soriano.

Los protestantes manifestaron su preocupación, debido a que temen que las ventas continúen en disminución, a raíz de la ordenanza municipal que obliga a las unidades de transporte interurbano local y nacional utilizar únicamente «la terminal privada», lo que evita que los clientes lleguen a la antigua terminal.

Sin embargo, en las últimas horas el edil Quintín Soriano se presentó a dialogar con los protestantes e invitó a dos representantes de cada mercado local a una reunión a las cuatro de la tarde en donde presentará el acuerdo con todos los puntos establecidos para solventar la crisis.

También recomendó a los comerciantes exigir a los diputados de Choluteca Mauricio Rivera y Luis Ortez que soliciten en el pleno del Congreso Nacional la derogación del decreto legislativo 91-2017 que habilitó la construcción del nuevo espacio.

Las tomas que continúan además han impactado en la educación de los sureños, debido a que las clases han sido suspendidas en algunos institutos, mientras que empresas locales ya experimentan pérdidas económicas tras dos días de protestas.

Por su parte, el presidente del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), Rafael Barahona, advirtió que harán cumplir la ley de manera rigurosa para restablecer el orden en la ciudad. Esta postura ha sido motivo de disgusto para un grupo de transportistas, quienes ven en esta medida un intento de poner fin a la protesta.

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