Perfil: Jorge Cálix, 20 años en medio de crisis y traiciones políticas
Tegucigalpa. Jorge Luis Cálix Espinal, un abogado y político del Partido Liberal que se define como un milenial que, dice, desecha “políticas viejas de viejos políticos”, ha recorrido una carrera marcada por polémicas alianzas y rupturas a nivel partidario.
En casi 40 años de vida, en la mitad de se tiempo ha tenido que abrirse paso en medio de crisis políticas, mientras sostiene haber sido víctima de traiciones que lo han marcado.
Pasó de ser un ferviente liberal a identificarse como un “liberal en resistencia”; más tarde abanderó el socialismo y, finalmente, regresó a sus raíces liberales, desde donde ahora busca la candidatura presidencial en las elecciones primarias del 9 de marzo.
Originario del Distrito Central, Francisco Morazán, Jorge Cálix pasó sus primeros años en Catacamas, Olancho. Cuenta con experiencia en materia administrativa, civil, laboral, electoral, derechos humanos, inclusión social y participación ciudadana de grupos históricamente excluidos, como niñas, niños, jóvenes, mujeres y personas con necesidades especiales.
Su educación comenzó en el Centro Experimental de Educación Primaria de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) y continuó en el Instituto San José del Carmen, donde cursó la secundaria. Posteriormente, ingresó a la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), donde obtuvo la licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales. Su interés en el ámbito procesal lo llevó a especializarse con una maestría en Derecho Procesal Civil en la Universidad Carlos III de Madrid.
Ha ejercido en el Bufete Danzilo y Asociados, dirigido el Consultorio Jurídico Gratuito de la UTH y trabajado como catedrático en la misma institución.
En lo personal, es hijo de Ramón Cálix Urtecho e Hilda Espinal Aguilar. Desde 2013, está casado con Camila Isabel Agüero de Peyrecave y es padre de dos hijos. La relación con su primo Mario José “Cubeta” Cálix, acusado de narcotráfico, ha generado atención pública, aunque él ha negado cualquier vínculo con esas actividades.
Siendo un veinteañero, inició su carrera política en el Partido Liberal, apoyando la candidatura de Manuel Zelaya en 2005, quien ganó los comicios. Tras el golpe de Estado de 2009 contra Zelaya, siguió sus pasos y, en 2011, se unió al recién formado partido Libertad y Refundación (Libre).
Fue elegido diputado suplente para el período 2014-2018 y, desde 2018, ejerce como diputado propietario en representación del departamento de Francisco Morazán. En las elecciones del 28 de noviembre de 2021, obtuvo 229,445 marcas, convirtiéndose en el diputado más votado del país, según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, esa cifra generó controversia, pues sus detractores aseguran que la mayoría de las papeletas fueron “infladas” con votos falsos, lo que le valió el apodo de “Diputado Helio”.
Consciente de la influencia que Cálix tenía debido a su arrastre popular, el gobierno de Libre, con la presidenta Xiomara Castro a la cabeza, le otorgó dos espacios clave para que sus seguidores accedieran a empleos: el Instituto de la Propiedad (IP) y la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).

Su elección como presidente del Congreso Nacional en 2022 evidenció su rápido ascenso, pero también marcó el inicio de las fricciones con la dirigencia de Libre.
Aunque obtuvo el respaldo de 85 diputados propietarios, su nombramiento desató una crisis política. Finalmente, decidió no asumir el cargo, ya que Libre, en cumplimiento de un acuerdo previo entre Xiomara Castro y Salvador Nasralla, del Partido Salvador de Honduras, respaldó a Luis Redondo.
Este fue elegido presidente del Congreso con el apoyo de varios parlamentarios propietarios de Libre y una considerable cantidad de suplentes, aunque hasta la fecha no se ha divulgado, con certificación comprobable, el número exacto de votos que recibió.
La tensión con la dirigencia de Libre aumentó en marzo de 2024, luego de anunciar su precandidatura presidencial dentro del partido, lo que representaba un desafío a la aspirante oficialista, Rixi Moncada.
Tras su postulación, ocurrieron hechos que hicieron irreversible su salida de Libre: se destituyó a personas cercanas a él en Copeco, se nombró una intervención en el IP y la dirigencia del partido le informó que, debido a su alianza con diputados nacionalistas para ser electo presidente del Congreso, quedaba expulsado, aunque la notificación oficial nunca le fue entregada.
Con las puertas cerradas en Libre, solicitó su readmisión en el Partido Liberal, petición que fue aceptada. Ahora, desde el instituto del que asegura “nunca debí salir”, espera ganar la candidatura presidencial.
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